El conductor puede estar muy bien vestido y oler a rosas, pero sólo uno de cada diez hombres confesó que limpia su auto antes de salir con una chica por primera vez. En el mismo sentido, apenas una de cada seis mujeres volvería a salir por segunda vez con un hombre si la falta de higiene de su auto le dio un poco de asquito. Estas y otras asombrosas revelaciones son el resultado de una encuesta encargada en Gran Bretaña por la empresa Comma Oil, especializada en productos de cosmética automotriz.
Las principales quejas de las mujeres con respecto a la forma de manejar de sus Romeos apuntaron a los que transpiran mucho detrás del volante y a los que manejan demasiado pegados al auto que circula adelante. Las damas respondieron que la suciedad y los malos olores en el habitáculo les molestan muchísimo más que una carrocería sucia.
Paquetes de galletitas y golosinas vacíos, botellas, ceniceros repletos de colillas y manchas en el tapizado fueron las desprolijidades más comunes detectadas por ellas. Otra de las molestias mencionadas fueron el volumen de la música demasiado alto y, en contra de todos los preconceptos masculinos, el detalle que menos molestó a las damas fue que no les abrieran la puerta. Al final, ¿quién las entiende?