Con la idea de salvar a la compañía de una profunda crisis económica, en 1955 BMW presentó el Isetta, el auto más pequeño y económico de su época. Manejar en la ciudad ya no sería un problema porque el Isetta podía ser estacionado de manera perpendicular al cordón y su puerta frontal permitía descender sobre la vereda sin pisar la calle. El genial diseño de Ermenegildo Preti –un ingeniero aeronáutico que trabajaba para una fábrica de heladeras- convirtió al Isetta en el símbolo de los llamados "autos burbuja". Se vendieron 160 mil unidades y le dio a BMW el volumen de ventas que necesitaba para comenzar el desarrollo de los modelos deportivos y de lujo que la hicieron famosa. Más allá de estos antecedentes, hay un motivo insoslayable para considerarlo uno de los cien autos más cool de la historia: cuando era soltera, Martha Torres se compró con sus ahorros un Isetta para manejar por las calles de Béccar. Martha Torres es mi vieja.