Parece increíble que Ken Greenley, el diseñador de esta soberbia cupé, haya dibujado también las líneas renacuajas de la SsangYong Korando. Lo cierto es que el Continental T fue el último de una estirpe, cuando la unión de Rolls-Royce con Bentley produjo algunos de los autos más exclusivos, caros y menos rentables del mundo. El desarrollo del Continental costó 24 millones de dólares, de los cuales sólo 500 mil se gastaron en poner a punto las ópticas delanteras. Esto produjo un auto sensacional, pero dejó a la marca al borde de la quiebra y servida en bandeja para ser absorbida por el Grupo Volkswagen. Los nuevos Bentley son más rentables y modernos, pero carecen del espíritu lujurioso e impúdico de los clásicos.
# por Anónimo - 03 septiembre, 2007 19:35
a mi no me parece raro que el diseñador sea el mismo que el del auto asiatico ese (que ahora no me sale como escribir el nombre y no me quiero fijar) y eso es porque este bentley sera todo lo exclusivo que quieran PERO ES FEO COMO EL CULO. El ssangarcha es menos feo incluso para mi.
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