Se cumplen hoy 14 años de la trágica muerte de Ayrton Senna y sobre las causas de su accidente en Imola 1994 hubo muchas teorías: desde un error de conducción hasta defectos en la construcción del Williams FW16. Fue la justicia italiana la primera en absolver a la escudería inglesa de toda responsabilidad.

Hace cuatro años, la National Geographic realizó una investigación exhaustiva sobre el caso y llegó a la conclusión de que el enfriamiento de los neumáticos por la irrupción de un Pace Car (foto) motivó que Senna perdiera el control del auto en la curva de Tamburello. Acá está un fragmento del documental en español.

Algunos pilotos, sin embargo, aún hoy rechazan esta teoría y prefieren atribuir el accidente a un error de conducción. Michael Schumacher, quien se encontraba detrás de Senna en el momento del accidente, dijo: “En la vuelta anterior ya había visto que su auto tocaba en la parte trasera contra el asfalto. El auto parecía muy nervioso en esa curva y de pronto lo perdió. Simplemente perdió el control”.

El compañero de equipo de Senna en Williams, Damon Hill, fue aún más contundente: “Ningún otro más que Senna y yo podemos saber lo que era manejar ese día, en ese auto y en esa curva. Estoy convencido de que cometió un error. Senna era conocido por preferir estrellar su auto contra un oponente antes de ser vencido. No fue culpa de nadie salvo de que él mismo decidió seguir acelerando a fondo en lugar de levantar el pie”.

Más allá de las conjeturas, este blog le rinde hoy homenaje al piloto más aguerrido, espectacular y carismático de los últimos tiempos.