Aquella boca amarilla


Hawthorn y Collins siempre contaron que, cuando vieron la boca amarilla de la Maserati de Fangio, se dieron cuenta de que estaban perdidos. El Gran Premio de Alemania de 1957 en Nürburgring fue "la mejor carrera de todo el siglo" y Fangio la ganó en una Maserati 250F con esos colores. Casi medio siglo después, Maserati regresará este fin de semana a ese circuito para disputar las 24 Horas de Nürburgring con una cupé GranSport pintada de la misma manera. Uno de los pilotos del equipo será otra leyenda: el francés Jacques Laffite, a sus jóvenes 62 años.