¿Alguien quiere un Peugeot 1007?

Peugeot S.A. anunció el despido de 10 mil empleados en Europa con el fin de reducir 125 millones de euros de costos. “Hubo una sobre estimación de la demanda de algunos modelos que finalmente tuvieron pobres ventas, como el Peugeot 1007”, informó la compañía en un comunicado. El 1007 fue presentado hace dos años como un auto urbano revolucionario, por su sofisticado sistema eléctrico de puertas corredizas. Sin embargo, nunca llegó a entusiasmar demasiado al público, a pesar de utilizarse argumentos de ventas bastante curiosos. El más insólito se vio en el mercado británico, donde se lanzó una campaña para presentarlo como el “primer auto amigable para los ciclistas”.

“Imagine esta escena típica –reza la publicidad-. Un ciclista en camino a casa después del trabajo adelanta un auto estacionado sin advertir que el conductor está a punto de bajarse. En circunstancias normales, la puerta se abre de repente y el ciclista tiene que adoptar una acción de emergencia para evitar chocar la puerta. Esto puede resultar en una fuerte frenada que haga caer al ciclista o incluso que lo obligue a invadir el carril del tránsito que viene de frente, resultando en posibles heridas o incluso la muerte. Este peligro potencial –remata el anuncio- se evita con el Peugeot 1007. Con sus puertas deslizantes eléctricas no hay peligro de invadir la senda de un ciclista desatento”.
Argumento curioso, pero al parecer poco convincente, a juzgar por los resultados.