El gran atractivo de Autoclásica es ver en persona a muchos autos que salen a la luz sólo una vez al año para asistir a este evento. Por eso, el clima del fin de semana le puso los pelos de punta a más de un coleccionista. La tormenta estaba pronosticada desde hacía una semana, pero los organizadores decidieron seguir adelante con el show. Resultado: la mitad de los autos no pudo entrar, varios se quedaron encajados y el escaso público recibió bolsas de consorcio de regalo para poder caminar en el barro.
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