Este es un hecho inédito en la política argentina y deja en claro la importancia estratégica que tendrá el sector automotor en este nuevo gobierno. Aunque, como en el caso de Sáenz Peña, la única duda es qué posición adoptará Fraguío cuando tenga que consensuar los intereses del Estado, con los de los empresarios industriales y los de los empleados de esas industrias.

Además, este fin de semana la revista Noticias insinuó de manera irónica que el nombramiento de Sáenz Peña fue una devolución de favores por las unidades Peugeot que le prestó a los funcionarios del primer gobierno Kirchner. Y el diario Perfil reveló que el Estado construirá una autopista de 83 millones de pesos para facilitar la distribución de los autos producidos en la planta del nuevo embajador.

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