Pablo Vignone, tal vez el periodista argentino que más sabe de automovilismo deportivo y Fórmula 1, analizó el campeonato 2010 que arrancará este fin de semana con el Grand Prix de Bahrein.

En una nota publicada en el diario Página/12, Vignone desmenuzó las claves de los 24 pilotos de 12 equipos, que correrán 19 Grand Prix durante los próximos ocho meses.

El texto completo se transcribe a continuación.

Por Pablo Vignone

La cuenta regresiva terminó. Ya no hay más incertidumbres que las de los resultados, porque se sabe por fin quién corre y quién no, quién regresa y quién se ha ido, en esta Fórmula 1 cosmopolita que tiene de todo: 12 equipos, 24 pilotos, 19 Grand Prix, sólo le faltó un argentino...

Para comenzar a palpitar el Mundial 2010, diez tópicos a los que prestarle atención para entender mejor qué es lo que va a suceder a partir de este fin de semana, con el Grand Prix de Bahrein.

1. Las luchas internas: Tres dramas intestinos se llevarán la máxima atención de esta Fórmula 1 modelo 2010. El combate entre los dos últimos campeones, Lewis Hamilton y Jenson Button, en el seno del equipo McLaren; la disputa bien latina que protagonizarán el reaparecido Felipe Massa y el talentoso Fernando Alonso por controlar los resortes de Ferrari, y la fuerza de tareas que intentará desplegar Nico Rosberg para tratar de ser cada milésima tan rápido como el reaparecido Michael Schumacher (41 años).

2. Las primeras vueltas de cada Grand Prix: Como este año ya no habrá reabastecimientos, los autos partirán con 150 a 160 kilos de combustible en el tanque, y dadas las circunstancias pueden resultar ingobernables en manos de pilotos no tan acostumbrados, hasta que los depósitos comiencen a vaciarse y se establezca un ritmo de degradación de las cubiertas. Atentos a los errores que puedan verse, capaces de generar cambios en el orden del pelotón. Y ojo, porque ya no vale esperar hasta la ronda de paradas para ganar posiciones en el marcador.

3. Las cubiertas: Ese peso adicional que portarán los autos desde el arranque mortificarán más a los neumáticos, que en el caso de los 10 primeros serán los mismos utilizados en la clasificación. ¿Quién se animará a clasificarse con gomas blandas para sacrificar pronto su ventaja en la pista? Esa incertidumbre abre de nuevo el abanico de las estrategias. Los informes de Bridgestone, que se despide de la F-1 este año, indican que en términos de desgaste el auto que mejor trata a las cubiertas no es la Ferrari ni el McLaren, ni siquiera el RedBull o el Mercedes: es el Sauber C29...

4. Y los cambios de cubiertas: Ahora que los reabastecimientos no dominan más la duración de las paradas, cada detención en boxes para cambiar neumáticos disparará un ballet mecánico para tratar de servir al piloto en tres segundos o algo parecido. Ferrari es líder en equipar a sus autos con tuercas especiales para ganar un segundo en el recambio. La ventaja que pueda hacerse no necesariamente será determinante, pero no por eso los equipos dejarán de intentar ganar las carreras en la calle de boxes.

5. Los ases en la manga: El reglamento técnico de la F-1 permanece tan acotado y restringido que los ingenieros lo exprimen literalmente para descubrir alguna ventajita en pensamiento lateral. En el 2009 fueron los dobles difusores; todo apunta a que este año el alerón “mágico” de McLaren, que le permitió ganar 5 km/h de velocidad máxima sobre Ferrari en los últimos ensayos de Barcelona, enseñará el camino (si la FIA no lo declara ilegal).

6. El nuevo puntaje: Con 19 Grand Prix hay sobradas posibilidades de sumar puntos para alentar expectativas y esperanzas hasta el cierre en Abu Dhabi, pero el nuevo sistema de puntaje (25-18-15-12-10-8-6-4-2-1) podría facilitar la consagración mucho más anticipada de un conjunto Brawn-Button-2009 si tal cosa existiera en 2010 (lo que no parece real). La relación triunfo-recompensa será más eficaz, y acaso por esa razón se generen algunos atrevimientos poco comunes hasta ahora, y por primera vez en sesenta años habrá reparto hasta el décimo, lo que juega en contra de la chance de una consagración demasiado anticipada. Será, sí, mucho más arduo hacer cuentas cuando el Mundial se acerque a la Zona Cesarini (de definición).

7. El clásico duelo: En el 2009, Ferrari y McLaren pagaron el precio de haber llevado la disputa del 2008 hasta la última curva de la última vuelta de la última carrera del torneo. Tuvieron un rol de reparto detrás de la línea protagónica de Brawn GP y RedBull. Aprendieron la lección y están de vuelta para protagonizar lo que será, seguramente, otro duelo electrizante, con tres campeones del mundo (Alonso, Hamilton, Button) y un subcampeón (Massa) cruzándose munición gruesa en la pista. Entre las dos escuadras reúnen más de un siglo (104 años, precisamente) de experiencia en el Mundial de F-1. ¡Que vuelvan a escena, por favor!

8. Michael Schumacher: ¿Quién no quiere verlo en acción otra vez? Sus fanáticos deliran, sus detractores se mojan los labios con la lengua, el retorno del alemán se va a robar la atención, aunque ya sepa que no puede ganar desde el arranque (salvo un milagro como los que solía fabricar...) con el Mercedes MGP W01, que parece un escaloncito por debajo de la F10 de Ferrari, del MP4-25 de McLaren o del RB6 de RedBull. También hay expectativa por saber si en la vuelta ha dejado los trucos en la guantera...

9. Sebastian Vettel: Ya consistentemente maduro, es su tercer año en la F-1, el año en que los campeones despegan. Eclipsado por el pase de Alonso y el regreso de Schumi, se habló poco de él en el receso. Pero si el RedBull es lo que promete ser, el muchacho puede dar el batacazo. Bernie Ecclestone (que este año cumple 80) lo tiene como favorito al título. El mismo Bernie que dijo que USF1 y Campos no iban a correr en el 2010... (y acertó, bien mirado).

10. Los equipos debutantes: Lotus, Virgin, el HRT, son las grandes incógnitas de este Mundial 2010. Anduvieron lejos en las pruebas o, directamente, no anduvieron. Competirán entre ellos para ver cuál anda mejor, cuál larga, cuál completa la carrera sin romperse. Para los argentinos poseen un ingrediente especial: permitirán, de alguna manera, extrapolar el rendimiento de lo que hubiera sido el nonato USF1 que debió haber tenido a bordo a José María López.