Lo probamos durante una semana para Lubri-Press. Acá está la conclusión:

"Por aspecto y dimensiones el Passat ya no es un auto discreto, aunque sí lo es en la perfección de su comportamiento y en el sobrio funcionamiento de todos sus comandos, que no brindarán ningún sobresalto al conductor una vez que aprenda a dominarlos. El motor naftero 2.0 agrega otra cuota de discreción, porque es perfecto para el manejo cotidiano, si bien le falta algo de pasión. El viejo Passat era un auto que pasaba desapercibido por fuera, pero los usuarios sabían que brindaba generosas dosis de placer por dentro. El nuevo Passat es imponente y llamativo por fuera, mientras que al volante se lo siente perfecto, previsible e infalible. Casi aburrido."

En los '60, Mick Jagger se compró una Ferrari 330 GT casi al mismo tiempo que John Lennon. Por ese entonces, Ron Wood andaba en el Lamborghini Miura que compartía con Rod Stewart. Pasaron los años y los Rolling Stones ya no andan en incómodos autos deportivos. Durante su visita a la Argentina, Mercedes-Benz puso a disposición de la banda una flota de diez vehículos compuesta por sedanes CLS, Clase C y Clase E, camionetas Viano y Sprinter, y la nueva 4x4 Clase M. El operativo se repetirá con la visita de U2. ¿Bono extrañará su Bentley?

GM atraviesa por una de las crisis más agudas de su historia. Ante la pérdida imparable de mercado en los Estados Unidos, el directorio de la compañía respondió con el anuncio de 30 mil despidos y el cierre de fábricas en ese país. Los humoristas norteamericanos fueron implacables con el gigante automotriz: se burlan de la falta de ideas y de la arrogancia de los directivos de la compañía. Lamentan que los japoneses, coreanos y alemanes vendan sus autos en EEUU mientras los trabajadores quedan sin empleo. Y proponen que GM diseñe una nueva camioneta 4x4, tan grande, que sea capaz de transportar a 30 mil personas. La bautizaron "Layoffs", "despidos".

Más humoristas contra GM.

La última campaña internacional de Honda apunta a rescatar el pedigree deportivo de la marca. El comercial "Impossible Dream", protagonizado por el actor Simon Day -capaz de expresiones que van de lo emotivo a lo absurdo sin escalas- fue filmado en cinco países y el dramático final se hizo en la Garganta del Diablo de las Cataratas del Iguazú. Claro que para evitar un salto en la secuencia del comercial hubo que agregarle de manera digital unas montañas nevadas de mentirita.

VIDEO: "Impossible Dream"

Es el camión más famoso de la historia. Hizo que toda una generación de chicos soñaran con ser transportistas. El modelo pintado en rojo y blanco fue cedido por Kenworth a Universal Studios para que entre 1978 y 1981 se filmara la serie "B.J.", protagonizada por Greg Evigan y el mono Bear. El camión era capaz de las hazañas más increíbles: desde humillar a los patrulleros del inefable comisario Lobo hasta excitar con su simple presencia a la legión de camioneras de remeritas ajustadas que sólo B.J. sabía dónde encontrar. Cuando la serie terminó, el camión de tres ejes -con la leyenda "Billie Joe McKay, owner operator, Milwakee-Wisconsin" pintada en las puertas- fue subastado en 280 mil dólares.

Ser un "loser" -es decir, un auténtico perdedor- ya no es motivo de vergüenza para nadie. Desde que Roberto Pettinato se propuso reivindicar el honor de las personas a las que todo les sale mal, el saludito con la "L" sobre la frente se convirtió en objeto de orgullo y moda.
El Grupo Fiat (que como empresa supo tener sus grandes momentos "loser") decidió subirse a la nueva tendencia y reunió a los deportistas más destacados del género de los desafortunados para su nueva campaña publicitaria. Así convocó a Michael Schumacher (que se destacó por una temporada 2005 olvidable) y lo juntó con los grandes perdedores del deporte mundial: el equipo jamaiquino de bobsleigh. Procedentes de un país donde los únicos hielos se encuentran en los congeladores, estos gigantes morenos se hicieron famosos por intentar sin éxito desde 1987 imponerse en las carreras de trineos de alta velocidad de los Juegos Olímpicos de Invierno. Incluso los productores de Disney se conmovieron con los esfuerzos vanos de los atletas caribeños y filmaron una película humorística donde elevó hasta el absurdo su gloriosa condición de perseverantes fracasados.
Durante el 2006, tanto Schumacher en la Fórmula 1 como los jamaiquinos en las Olimpíadas de Invierno de Turín, acompañarán la nueva estrategia comercial de Fiat para que el mejor, por una vez, sea el perdedor. En caso de repetir los calamitosos resultados del año pasado, Schummy habrá encontrado una nueva y original excusa para responder a las molestas preguntas de la prensa: "Yo pierdo por obligaciones de contrato", podrá decir.

Argentinos en las Olimpíadas de Turín

Nada dice “mi papá no tiene un Porsche” tanto como un baldecito y moldecitos para playa Porsche.

1. El asiento del pasajero se encuentra en el Registro Nacional de Sitios Históricos.
2. En lugar de airbag, en el volante tiene un almohadón de sillón agarrado con cinta adhesiva.
3. Acaba de perder una picada en el semáforo contra un chico de 14 años en una Vespa.
4. Su mecánico amigo le cobra el mantenimiento, más 15 días de estadía.
5. Cuando carga nafta, el playero le pregunta: "¿Quiere que le refuerce el alambre que sostiene el parabrisas?"
6. Los ladrones continuamente entran a su auto, pero no roban nada porque es sólo "para practicar".
7. Cada vez que se detiene en un semáforo la gente se acerca para preguntar si alguien está herido.
8. Durante los últimos cinco años aprendió a hacer "¡brum, brum!" con la boca para no sentirse tan diferente a los demás.
9. Sus últimas dos novias las perdió en una curva a la izquierda.
10. Los informes de tráfico que emite la radio comienzan diciendo su nombre y apellido cada vez que se refieren a un embotellamiento.

La Break 4x4 era tan exclusiva que la campaña de marketing de Renault sólo proyectaba en los cines el comercial filmado en Bariloche. Se presentó en 1986, cuando los autos del Grupo B de rally habían puesto de moda la tracción integral y cuando la oferta de vehículos con doble tracción en la Argentina era nula. No sólo transmitía una imagen deportiva y única de su propietario, sino también acaudalada: por una buena diferencia era el auto más caro del país. Entusiasmados con la novedad técnica, en el Rally París-Dakar de 1987 se inscribió un equipo argentino con dos modelos preparados para atravesar el desierto. La aventura duró poco y abandonaron en las primeras etapas.