Peugeot-Citroën Argentina invitó a un grupo de periodistas a trabajar en la línea de montaje del nuevo C4 Sedán. El primer día fue de capacitación, aunque también se filtraron algunas noticias interesantes.

8.30: Me reciben en la puerta con un servicio de valet parking. Desayuno con café, tres clases de jugo, dos tipos de medialunas y surtido de masas. Empiezo a sospechar que a los obreros no los deben tratar igual.

9.00: Jean Christophe Muñoz, director de Citroën Argentina, nos da la bienvenida y celebra las buenas ventas del C4 Sedán, que lo convirtieron en el mediano tricuerpo más exitoso del momento. Pero también nos advierte: “Este evento con periodistas es inédito en la industria automotriz. Por favor, sean aplicados con la calidad para que después no vengan a joderme diciendo que esta fue una mala idea”.

9.30: Charla explicativa con la historia del C4 Sedán. Es el primer auto desarrollado por completo y fabricado en la Argentina que cumple con todas las normas de homologación europeas. Uno de cada diez autos producidos será exportado. El 32% de la exportación irá para Europa. Se fabrican versiones con volante a la derecha para Australia y Sudáfrica. El modelo básico europeo viene sin aire acondicionado y sólo con radio, algo inaceptable para el público argentino.

10.00: Comienza el curso de capacitación. Formar a un operario raso demanda 24 días. Los periodistas lo vamos a hacer en cinco horas y media. “No es que ustedes sean superdotados, sino todo lo contrario”, dice Muñoz. Nos entregan guardapolvos, anteojos de seguridad y pecheras de jardín de infantes para que nadie se pierda.

10.30: Curso de capacitación para Montaje. Tuve que meter 65 tarjetas en ocho casilleros diferentes. Desarmé un mecano y lo volví a armar. Desmonté un circuito eléctrico y lo volví a montar. Calificamos como “obreros con capacidades especiales o limitadas”.

11.30: De manera extraoficial se conocen detalles de algunos problemas que demoraron la comercialización del C4. Los neumáticos Pirelli que se planeaba usar no habrían superado las pruebas de confiabilidad. De urgencia, se importaron Michelin de Francia con un inesperado costo extra. Ahí reside parte del secreto del buen andar y la tenida de los primeros modelos que salieron al mercado. Los Michelin franceses a precio de Pirelli del Mercosur no van a durar mucho.

12.00: Almuerzo. Mesa de fiambres, ensaladas varias, boeuf Strogonoff, crépes de verdura y copa helada con crema, brownie y merengues. Sospecho que los obreros deben comer otra cosa. El colega Fernando Fideleff, decano del periodismo de autos, es nombrado delegado gremial del grupo. Su primer gran logro fue estirar el tiempo de descanso en 15 minutos.

13.45: Comienza el curso de Chapistería. Nos enseñan a clavar pernos y a detectar imperfecciones en la carrocería. Se confirma que de aquí al 2010, Peugeot-Citroën lanzará doce modelos nuevos en el Mercosur. Los rumores de restyling del 206, de la producción del 207 y del C4 bicuerpo corren hasta dentro de la planta de El Palomar. Pero nadie se anima a confirmar nada.

14.00: Me cuentan que la planta trabaja desde el lunes pasado con un tercer turno. Ahora la capacidad de producción subió a 170 mil unidades anuales. Sale un auto cada dos minutos. Es la planta automotriz más activa del país y por eso colapsó la localidad de El Palomar. Ingresa o sale un camión cargado con autos o piezas cada diez segundos. Planean reactivar un ramal ferroviario para unir la fábrica con el Puerto de Buenos Aires.

15.00: Clase práctica de soldadura. Descargar 1.600 amperios sobre un pedazo de chapa es más divertido de lo que pensaba. Las chispas queman la lente de un fotógrafo.

15.15: Se interrumpe la clase. Por el calor y el intenso trabajo, a un periodista le baja la presión y se desmaya. Para amenizar, sirven gaseosas, café, jugo y masas finas. Me cuentan que fabricar un Citroën C4 completo demora 22 horas. Un Peugeot 206 se hace en 12.

15.30: Fin del primer día de trabajo. Mañana vamos a meter las manos en la línea de producción. Los autos que salgan de ahí tendrán importantes descuentos. Igual, yo no los compraría.