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Entrevista a Miguel Angel Bravo y Pedro Campo, creadores del Nach One
La compañía ArqBravo se propuso ser la primera terminal automotriz ciento por ciento argentina. Bravo y Campo son los cerebros detrás de la primera criatura: un deportivo triplaza de diseño, desarrollo y fabricación nacional.
Cuando Argentina Auto Blog entrevistó por primera vez a Miguel Angel Bravo, en mayo del 2008, el Nach One era apenas un sueño dibujado por computadora y una estructura de alambres en un galpón de La Paternal.
Sólo dos años después, el primer auto deportivo argentino -de diseño, desarrollo y fabricación nacional- es un hecho tangible y manejable. Debutó en competición en enero pasado con el Desafío de Campeones y al mismo tiempo salió a la venta una edición limitada sólo para uso en circuitos.
Pero el desarrollo sigue adelante. “El Nach One verde”, como se conoce por su color a uno de los cinco autos que se fabricaron hasta ahora, fue elegido por el chasista Pedro Campo –consultor técnico de la compañía ArqBravo- para seguir avanzando en el desarrollo de su puesta a punto. El martes pasado ese vehículo fue probado en el circuito “El Paraíso”, de Cañuelas, donde el domingo que viene a las 10 hs, otros tres Nach protagonizarán una competencia con pilotos locales.
Durante esas pruebas, en las que Argentina Auto Blog también tuvo la oportunidad de manejar por primera vez el Nach One, se realizó la siguiente entrevista con Bravo y Campo.
-Cuando usted arrancó hace cinco años con la idea del Nach One se propuso hacer un auto divertido para pasar más tiempo con su hijo. ¿Qué es hoy el Nach One?
Miguel Angel Bravo: Creo que hoy el Nach One se convirtió en un pretexto para creer que los argentinos nos merecemos crear una empresa automotriz nacional, reuniendo a talentos como Pedro Campo, los pilotos Emiliano Spataro (en la foto, junto a Bravo y Campo) y Néstor Gurini, los diseñadores Lucas López y Juan Maronese… realmente es un sueño increíble. Y la verdad es que se dio todo en muy poco tiempo. Yo trabajé tres años casi en solitario con el proyecto y hace apenas dos que se empezó a trabajar en serio con todo este equipo.
-¿La propuesta sigue siendo la de un vehículo recreativo?
M.A.B.: Cuando yo soñé al Nach lo pensé como un buggy diferente, con prestaciones también para el asfalto. Cuando le presenté el proyecto a Pedro Campo, lo primero que me dijo fue: “Bravo, no diga más que es un buggy. Esto es un deportivo con todas las letras”. La evolución del proyecto llegó a una instancia que para mí es absolutamente increíble.
-Pedro, ¿usted cómo define al Nach One?
Pedro Campo: Como un auto deportivo. Los que conocen del tema con sólo verlo se dan cuenta de eso y el resto se termina de convencer cuando lo maneja. Es un auto que combina conceptos de distintos nichos del mundo de los autos. Hoy lo llamarían “crossover”, pero la verdad es que supera ese concepto. Tiene características off-road, pero no en el sentido de un vehículo todo terreno, sino que está muy cercano a un auto de rally. Al mismo tiempo, es un auto que puede tener un excelente desempeño en pistas de asfalto. Y una vez que se complete el trámite de homologación, también se podrá usar por la calle. Hoy en el mercado no hay ningún auto con estas características.
-Cuando se sumó usted al proyecto, ¿en qué etapa estaba el desarrollo?
P.C.: Cuando yo me sumé el proyecto estaba muy avanzado y lo que hice fue aportar algunas cosas de mi experiencia con los autos de carreras. Creo que el resultado es muy bueno.
-Usted es un chasista con mucha experiencia en la competición. Con esta arquitectura básica, ¿cuál es el techo del desarrollo del Nach One?
P.C.: Eso es muy difícil saberlo, porque la arquitectura básica del auto es muy buena y podría soportar mucha más potencia de la que tiene ahora. Sin problemas hoy podríamos colocarle un motor V6 con 250 caballos de potencia. Claro, se convertiría en un auto mucho más exigente y costoso, pero no hay impedimentos técnicos para hacerlo. Sin embargo, creo que así como está, con 145 caballos de potencia, el auto ya es muy divertido y muy exigente con el conductor. A nivel internacional, su arquitectura y sus prestaciones son muy comparables a las de un Lotus Elise: es decir, un deportivo muy liviano que, con poca potencia, logra prestaciones excelentes y es muy exigente con el que lo maneja. Creo que ante todo el Nach One es un vehículo divertido. Sumamente divertido.
-¿A qué tipo de público apunta la edición limitada “Desafío de Campeones”?
P.C.: Esta edición limitada nació de los cuatro Nach One que se fabricaron para la carrera que se disputó durante el verano en Mar del Plata. Es un auto pensado para pilotos o para quienes quieran hacer un manejo intensivo en pista. Es un vehículo ideal para entrenar y para hacer reconocimiento de circuitos. A diferencia de un auto de carrera, el Nach One tiene una mecánica más simple y su costo operativo es muy bajo. Creo que es un excelente vehículo de aprendizaje. Y al mismo tiempo, cuando se homologue, será un deportivo que su propietario podrá conducir hasta su casa.
M.A.B.: Hoy en día a nosotros nos está sorprendiendo el interés que el Nach One despierta entre los pilotos profesionales y amateurs. Ya los escuchamos a Emiliano Spataro, a Emanuel Moriatis y a Gabriel Raies, que ganó el Desafío de Campeones, diciendo lo divertido que es manejar el auto. Todos rescatan la diversión que produce conducirlo, que es en definitiva lo que yo buscaba desde el comienzo del proyecto: un auto recreativo, con prestaciones deportivas, y que ante todo permita disfrutarlo con seguridad.
-El Nach One ya tuvo su debut en competición en Mar del Plata. ¿Dónde más va a correr este año?
M.A.B.: El “Desafío de Campeones” es una competencia que su organizador, Gabriel Adamoli, quiere repetir al menos dos veces por año: una en vacaciones de verano y otra en vacaciones de invierno. Todavía no está definido dónde se va a correr en el invierno, pero al mismo tiempo estamos apuntando a crear una franquicia para ofrecer el Nach One como vehículo de entrenamiento. Correr y entrenarse con un auto de competición, como dijo Pedro Campo, es muy costoso y nosotros les ofrecemos la posibilidad de hacer eso con un auto mucho más accesible. La idea es que en cada ciudad importante haya tres o cuatro autos con los cuales se puedan armar competencias, clínicas de manejo o jornadas de instrucción para aficionados al automovilismo. Las carreras de autos son el segundo deporte más importante del país, después del fútbol, pero lo practican apenas un centenar de personas mientras que cientos de miles lo ven desde la tribuna o desde su casa. El Nach One puede abrirles la posibilidad de convertirse ellos también en corredores.
-¿En qué punto está el trámite de homologación para poder patentar el Nach One y manejarlo por la calle?
M.A.B.: Hoy la legislación argentina es muy estricta. Se dio de baja el permiso de Armado Fuera de Fábrica, que en una época permitió el surgimiento de muchos fabricantes de autos artesanales. La situación hoy es muy clara: sin un decreto presidencial de Terminal Automotriz, ninguna empresa puede homologar un auto para patentarlo y usarlo por la calle. Nosotros ya presentamos toda la documentación necesaria para el trámite y estamos en contacto directo con la Secretaría de Industria para conseguir el decreto. También estamos en contacto con Smata (el sindicato de los mecánicos), la Bolsa de Comercio, la Secretaría de Ciencia y Tecnología y hasta con la Secretaría de Turismo. Si algo caracterizó a este proyecto desde el comienzo es que es totalmente asociativo.
-En paralelo con el Nach One, ustedes también están trabajando con el proyecto del A!PA, un auto popular argentino del que el año pasado presentaron los primeros diseños. ¿En qué estado se encuentra el proyecto?
M.A.B.: Nuestra compañía ArqBravo ya salió de la etapa de ser una “start-up” y hoy somos una empresa constituida, con balances y dos años de evolución. Hoy nuestro mayor desafío es mantener los recursos de la empresa y administrarlos para privilegiar los recursos humanos. Con respecto al A!PA, la buena noticia es que ya tenemos el fondeo de la inversión, pero se va a recibir durante el transcurso de este año. Entonces estamos haciendo toda una ingeniería financiera para no desapalancar la empresa, porque en paralelo tenemos que seguir adelante con el Nach One. Concretamente, nuestro plan es llegar a noviembre con un show car del A!PA. Ojalá que pueda ser también un prototipo funcional. En apenas dos años nos propusimos el diseño y desarrollo de un auto deportivo y un auto económico. Estamos avanzando y este es un logro que no tuvo la Argentina en muchísimos años. Y como es un proyecto de riesgo, estamos siendo conservadores para dar cada paso con la mayor firmeza posible. A mí nunca me gustó ser conservador, pero esta actitud fue la que nos permitió salvar la caja en estos dos años, que se caracterizaron por una crisis financiera internacional muy grande. Sabemos que tenemos el dinero suficiente para desarrollar este año el Nach One y el show car del A!PA.
-Ustedes tienen un acuerdo con Fiat Powertrain Technologies para el suministro de motores y transmisiones tanto para el Nach One como para el A!PA. ¿Qué opinan ellos de estos proyectos?
M.A.B.: En el Desafío de Campeones de Mar del Plata estuvieron presentes directivos y técnicos de FPT, tanto de Brasil como de Córdoba. Ese simple gesto de acompañarnos en nuestro debut en competición habla de la estrecha relación que mantenemos y sin dudas esperamos seguir trabajando con ellos. Sabemos que están en pleno proceso de sacar nuevos motores al mercado, más ligeros, más potentes y más económicos, y tenemos el privilegio de contar con toda esta nueva tecnología a disposición del Nach One y el A!PA. Lo que nos dijeron concretamente fue que, la confianza que nos dieron hace dos años, fue consolidada con hechos concretos.
Publicado por CC
el 12 de marzo de 2010
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